
He decidido cerrar este blog, principalmente porque ya no tengo nada más que decir. Agradezco inmensamente a las personas que han leido mis incoherencias, a aquellas quienes han dejado sus comentarios.

Este es el intento de mis letras, la herida de mi costado, la sal de mis lágrimas, mi dolor sin espanto, humo de cigarro, barcos de papel sin puerto ni horizonte. Este soy yo por ti
Israel caminaba sosteniendo aquella tabla rectangular, una tras otra las olas reventaban sobre la orilla, poco a poco se iba adentrando, midiendo la altura e intensidad de cada ola, esperando el momento para subirse a una. Mas tarde, mientras se secaba las cientos de gotas que aún le cubrían el cuerpo me dijo – Supongo que la vida es como las olas, quiero decir que se trata de esperar la tuya, no es algo que puedas medir o predecir, sino que solo lo sientes, dejaras pasar muchas olas que crees que serán la correcta, pero no lo son, hasta que en algún momento encuentres la tuya – Yo miraba el mar, el sol de la tarde, tu cabello flotando en el aire tibio y salado, y no se trataba solo de ti de ti, sino de todo a la vez, del mar, el cielo, la tarde, tu y yo.
Esa era mi ola propia, y había hecho lo único posible, subirme a ella, y como la ola que desaparece en la orilla dejando una espuma, todo eso desapareció, y mi memoria es esa espuma momentánea llena del recuerdo de aquellos días.
...pero en mi playa, estará el sonido del mar
para ti rompen las olas del mar.
- E. Guerra -
Siempre que pienso en lo que quiero decirte en estas líneas, acuden a mi memoria las palabras precisas, como si tuviera una especie de objeto mitológico capaz de traducir mi silencio en palabras y sonidos que de algun modo tengan el singificado correcto de lo que siento por ti. Pero luego, cuando mis dedos comienzan a escribir letra a letra, cuando destejo la maraña de hilos que componen esta madeja, cuando sopeso el significado de nuestras conversaciones, es entonces cuando no me queda nada más que decir. Es como repetir mil veces las mismas cosas y aún así no llegar a entender su singificado. Y sin embargo esa frase repetida mil veces, con otras palabras y otros sonidos, son mil palabras y oraciones distintas que hieren y lástiman.
Ayer por fin entendí esta verdad, entendí por qué las cosas siempre llegan a lo mismo, y es que yo soy más feliz a tu lado, de lo que tu eres al mío. Te amo porque tú no me amas, y las cosas que para mi son trascendentes cuando estoy contigo, para ti no lo son.
Es cierto, no puedo pedirte nada de aquello que no estás dispuesta a dar, del mismo modo en que no puedo darte aquello que nunca pedirás. Y aunque no lo parezca, así es como existe eso que llaman equilibrio.Estas a punto de perderlo todo, y aún en realidad no estás perdiendo nada, eso es quizá lo que más me duele. Pero al menos vas a perder mi amor, mi amor que nunca ganaste, porque ya era tuyo desde antes.
No sè que más decir, a decir verdad nunca lo he sabido, porque contigo inventaba el mundo, un mundo perpetuo sin pasado ni futuro. Yo mismo nacia en tu sonrisa, en ese sonido de tu voz que rasga el viento, todas las cosas empiezan a existir cuando las nombras o cuando las miras.
Nunca me vas a amar. Que largo me resulta escribir esto, todo se queda imaginado, descrito en una especie de sueño, siempre me pides que sueñe estas cosas contigo, pero que nunca las haga realidad. No quiero preguintarte nada, porque para mi no existen dudas, yo solo conozco la verdad, y no me arrepiento de nada, porque para amarte no existe arrepentimiendo por aquello que haces o dejas de hacer.
Les autres, c’était la tempete
la haine d’amour, le remous
Toi sule, tu prenais ma tête
et, la mettant sur tes genoux
tu disais : mon ami, pleure
je mettrai mes mains. C’est l’heure:
car moi j’ai déjà pleurè[e]...
- Rainer Maria Rilke –