lunes, mayo 29, 2006

And so it is
Just like you said it would be
Life goes easy on me
Most of the time
And so it is
The shorter story
No love, no glory
No hero in her sky
- Damien Rice/Lisa Hannigan-

Javier habría querido escribir aquella historia, no sabía con certeza por qué, a fin de cuentas, todas las historias son iguales, siempre con las mismas promesas rotas, con las mismas lágrimas, los mismos adioses. Justo cuando había escrito tres o cuatro líneas las cosas parecian más lejanas y distantes. Todo ya estaba dicho, a nadie podrían importar aquellas palabras, sólo sabia que dentro de si sentía aquella rabia sorda, esa impotencia y soledad abrumadora.

Se miro al espejo aquella mañana y se preguntó cúal era el recuerdo más lejano que tenía: él sentado en el borde de la acera con una desgastada playera mientras el viento frío soplaba entre los inmensos árboles de los cerros cercanos. Comparo aquella fotografía de si mismo. Aquel chiquillo de cabellos rizados no se parecía en nada, a la imagen en el espejo, como si durante el transcurso de aquellos años hubiera renunciado a todo cuanto creia y soñaba. Y de nuevo trataba de escribir, el comienzo era lo díficil, después las palabras salían por si mismas, pero una vez más no salieron. No había una historia que contar, al menos no la clase de historia que queria para el mismo, releía las viejas cartas que había escrito, los versos, las conversaciones con Silvia. Pensaba que todo aquello era un error, pero siempre terminaba queriendole decir aquellas mismas palabras. Era inutil, todo estaba dicho y dentro de él solo persisitia aquella sensación de vacío, aquel llanto mudo. Por eso no era una historia, sino un cumulo de fragmentos, como si su espiritu fuese un crital roto y alguien hubiera tratado de unir los pedazos, pero las grietas aún estaban alli, aquellas grietas que deformaban la luz, hacían que todo se viera deformado y horrible.

Oyó su voz en el auricular y le costo trabajo reconocerla, Tengo ganas de hacerte el amor -dijo- y ella sonrio. Quedaron de verse el juves, durante los últimos tiempos, se veian regularmente cuando ambos salian del trabajo. Javier la recogia a la salida del trabajo de ella, cruzaba media ciudad hasta el sur, y ella lo miraba caminar por la acera de enfrente cuando bajaba del tranporte, luego iban a tomar cafe o cervezas. La miraba sentada frente a èl, con esa mirada que tantas veces lo confundia,era como verse a si mismo, pensaba en ella, en todo el tiempo que deberìan pasar juntos. Allì empezaba la historia, su historia, en esa mirada de ella, era lo mejor que podia pasarle, aun cuando nunca se besaran, esa mirada valìa todo. Todo desaparecìa, el pasado de ambos, como si se encotraràn por primera vez en medio del mundo y supieran que allì empezaba todo.

Preguntale qué es lo que quiere - dijo Lidya - Pero no tenia caso, porque no queria escribir una historia de lo posile, no queria inventar las frases de ella como los dialogos de una novela, ni imaginarla desnuda. No neceistaba decirle que la amaba, eso lo habia hecho cientos de veces, queria escucharla pronunciar su nombre en medio de la noche, queria esa certeza de saber que por encima de todo lo necesitaba a èl. No era la historia de èl a lado de ella lo que habrìa querido escribir, sino la de ella.

Pero todo lo que tenia era aquella sensacion de vacìo cuanod se acostaba sobre la almohada, aquellas làgrimas frìas que caian lentamente mientras trataba de escribir aquella historia.

3 comentarios:

Verónica R dijo...

puuafff.. hasta acá me dolió..

:( y me puso triste no sé por qué..

me pregunto.. qué pensará ella.


un besote tronao.

V.

Rodrigo DLE dijo...

Pasando a dejar saludos K

Zaz dijo...

Ves? es este tipo de sutileza-delicadeza que hace que estos textos tengan tu huella... esto es a lo que me refería.