sábado, abril 17, 2004

Tarde sin ti

Ivonne:

Nota Preeliminar

Tu sabes que te escribo esto, como siempre, de noche, como siempre, triste. Ésta es una de esas cosas de las que luego me arrepiento de escribir, no de decírtela, ni de pensarla, sino simplemente de escribir, seguramente en un par de días terminare borrando éstas líneas o simplemente haciendo como que nada sucedió, pero tu tendrás la certeza, de que lo que te digo aquí es verdad, de que éste es uno de esos momentos de desesperada necesidad, de una desesperada necesidad de ti.

Escribo al vuelo, como me vienen las palabras, o mas bien, como se me van las ideas; del único modo en que puedo escribirte sin autocensurarme, así que perdona las faltas que aquí cometo, no solo las ortográficas, ni las semánticas, sino también aquellas con las que sin quererlo, de algún modo, te lastimo.

Escribo esto, aquí, de éste modo, porque de pronto te extrañé y no puede aguantar las ganas de quererte, ésta es unas de esas tantas cartas que te escribo y que no tienen la pretensión de ser literatura, que simple y sencillamente no tiene la pretensión de nada.

Tarde sin ti

19 pisos son demasiados, la tarde estuvo silenciosa, entre trago y trago de café estuve pensando en ti, otra vez estuve pensando en ti hasta que el cenicero de volvió a llenar de colillas moribundas, un pájaro pasaba en lo alto, a lo lejos la ciudad incontable, se hacia tarde, cada vez un poco más, lentamente, yo no quería estar afuera, porque seguramente estaría sin ti. Era la tarde, siempre la tarde, que me hace recordarte, yo sé que siempre te digo esto, pero esto es siempre la verdad.

A lo lejos, lo ultimo de la fiesta del sol se apaga, como el canto de las aves, como el resplandor de las nubes y el sonido de los coches sobre la calle, todo lo cotidiano desaparece en el retrato que el viento hace de ti entre los árboles.

Fuera de Casa

Tímidamente brillan en lo lejos las estrellas frías, miro el cielo recostado sobre un montón de piedras, no hay nadie en casa, ¿dónde estás? ¿qué haces?... quisiera poder mirar este mismo cielo en treinta años y descubrir que éstas junto a mi.

Miro una y otra vez los coches de la avenida, sigo afuera, en los brazos del viento, que no son tus brazos, es triste que no sean tus brazos. La ciudad se ha convertido en este océano de luces sin descanso, lejos de aquí estás tu, pérdida, porque no estás conmigo, es inútil pensarte tanto, si eso en nada te acerca.

Eso de dormir

Tendrías que ser yo para comprender todo el dolor que significa no dormir contigo, tendrías que despertar triste cuando aún no sale el sol para saber nuevamente que no estás del otro lado de la cama, eso de dormir se hace insoportable, lo terrible no es morirme entre las sábanas, es despertar toda la vida sin ti.

Me trago el llanto cada vez que me abrazo de la almohada, me trago las ganas de ti, y te olvido por un rato, pero no me duermo, escucho el sonido de la noche, tú no lo sabes, pero si el viento se oye triste, es que seguramente pienso en ti.

Despedida

Te digo amor sin palabras de amor.