sábado, mayo 28, 2005

Recuentos XVI

Yo no sé como es que debo amarte,
busco dentro de estas grietas-paredes
y no encuentro el odio necesario para pensarte,
ya todo lo ganó la soledad.
Se llevó cada rincón
cada anhelo de las tardes,
y el dolor y tu sonrisa
y tu voz y esa mirada pérdida en la noche
que solo yo conocía.
No sé como empezar en este mundo vacío.
Nos separa el desierto árido y solo
de las cosas que ya no tienen nombre.

Si te pido que me rescates,
tendrías que excavar esta tumba,
sacar estos huesos pálidos,
construirme con barro y llorar toda la vida,
porque no hay mas esperanza,
porque aquí no se acabo el mundo,
sino yo,
yo que en otro tiempo caminaba sobre tus alas.

No hay comentarios.: